lunes, 21 de septiembre de 2015

Tri de Guadalajara 2015. Una derrota muy trabajada.



Es frecuente en los deportes, bien sean de equipo o individuales, de "enfrentamiento directo" con los rivales el hablar de "victorias muy trabajadas" o "muy sufridas" cuando las dificultades han sido muchas, la confrontación poco clara o muy trabada, con poco lucimiento y sin lugar para el preciosismo, recurriendo más al "oficio" que a la calidad.

Mi Triatlón de Guadalajara, celebrado el 29 de agosto fue eso, una derrota en toda regla, pero además una derrota dificultosa y trabada, sin lucimiento ninguno.

Poniéndonos en antecedentes hay que destacar que llegaba en muy buena condición, o eso me parecía, después de un mes de agosto con muchos y buenos entrenamientos, y con buenas expectativas en cuanto al resultado, lo que unido a cierta "pérdida de respeto" a una distancia 1/2 IM por la experiencia ya acumulada me hizo no tomar las precauciones debidas (en definitiva y en pocas palabras, que iba un poco "crecidito").

Por otra parte en lo climatológico el asunto se presentaba complicado. Después de un mes de agosto irregular con algunos días o semanas realmente frescos, para el fin de semana se anunciaba calor, mucho calor. Y a fé que lo hizo. El viernes llevaba un bocadillo de chorizo (sí, sí, de chorizo) para cenar, que después de estar toda la tarde en el maletero del coche parecía chorizo frito en lugar de crudo, que es como yo lo había metido en el pan, jajaja.

Pero dejémonos de prolegómenos y vamos a la crónica de la prueba.

Al "caloret".

La natación se hace en el azud de Pareja, donde nos han llevado las bicis el día antes a la T1 y el sábado por la mañana la organización nos lleva en autobús.


Un lugar muy agradable con un calor sofocante a la hora de comenzar la prueba a mediodía (he oído en un vídeo por ahí que 38 grados). Pese a todo se permite el neopreno, la temperatura del agua debe estar al límite. Me cuesta ponérmelo, me está bastante justo y sudo a chorros para enfundármelo, ni que decir tiene que una vez puesto también. Lo mejor es meterse en el agua mientras se da la salida. Para entrar y salir del agua hay una rampa de cemento pulido, que tan pronto entras en contacto con el agua resbala que da gusto, lo que a los menos precavidos los lleva directos al suelo de culo. Para salir hay que ayudarse de unas cuerdas.


Otros se divierten dejándose resbalar por la rampa. Para salir de la natación (por otro lugar distinto, pero también con una rampa similar o incluso más empinada aún) han puesto unas alfombras de goma para no resbalar y hay que agarrarse de una cuerda, además de contar con la colaboración de varios voluntarios, si no es casi imposible.

Se da la salida desde dentro del agua y a nadar con calma. Me adelantan algunos e inevitablemente, aunque salga en la parte casi trasera, hay algunos golpes, pero una vez avanzados unos metros más o menos se aclaran las posiciones y he nadado bastante cómodo, de hecho, algunas veces echaba de menos algo más de barullo para nadar con algo más de tensión y no simplemente dejarme llevar con un ritmo facilón. En general contento con la natación, 1.900 metros en 38:43 y puesto 210 de los 243 que acabaron. Bien, es más o menos mi sitio.


La transición bastante mala, salgo dándole a los botones del Garmin (además para nada), porque no lo puse bien en funcionamiento al principio y luego se complica con el neopreno, ya he dicho que me queda bastante justo y no consigo quitármelo con rapidez, se me atasca en codos, manos y pies.

Y llegó el desmadre.

Cojo la bici con ganas y ya desde el principio muy a gusto. Empiezo a adelantar gente, casi siempre hay alguien "a tiro", de momento en unos ligeros toboganes en los que voy rápido y cómodo. Poco después empieza un puerto en el que me sigo encontrando muy bien y sigo adelantando. Poco antes de coronar el puertecillo, por el km 18 está el primer avituallamiento. Salí de boxes con un bidón de agua, que de momento apenas he probado y cojo un bidón de isotónica (que por cierto, no me gustó mucho y además con el calor que hacía cuando a lo largo de la prueba he ido a beber pues claro, caliente, tampoco estaba muy apetecible) y una botella de agua de la que doy unos tragos y me echo otro poco por encima. Mi intención era coger también medio plátano, pero por circunstancias no pudo ser. De todos modos, voy muy confiado con el tema de comer y beber. En las salidas de todo el verano, incluso con bastante calor, apenas había necesitado beber hasta pasado mucho rato y comer muy ocasionalmente en alguna salida larga, por lo que yo sólo llevaba agua y el resto que necesitara, de los avituallamientos.

Se inicia una larga bajada, bastante más tendida que la subida, por lo que tampoco se alcanzan grandes velocidades y en la que se puede seguir pedaleando bastante rato. Sigo adelantando e incluso me permito "reñirle" a un coche que iba delante de mi grabando en vídeo a otros participantes que iban por delante y que me hizo incluso frenar en alguna ocasión.

A lo loco.
Acabada la bajada hay un tramo más o menos llano en ligera cuesta arriba que hago también muy cómodo, claro aquí soplaba el ligero viento a favor, es un tramo de ida y vuelta y a la vuelta en ligera bajada, sin embargo sí que se nota el viento en contra, aunque siga yendo rápido. Al acabar ese tramo de ida y vuelta se entra en una carretera infame que al poco rato da inicio al segundo puertecillo del día, poco más de tres kilómetros pero que se me hicieron muy duros, aunque todavía iba bastante bien de fuerzas. Por el calor, por el cansancio de los ya más de 60 km que llevamos y también, en buena parte por la carretera. Es una carreterucha (hay que reconocer que es el único tramo de mala carretera de toda la prueba, el resto perfecto) muy descarnada, con los chinarros de aspecto anguloso y cortante a la vista y apenas sin asfalto que los cubra, por lo que en un momento de la subida veo en la cubierta de delante lo que parece un corte, con parte de la goma levantada, lo que me hace preocupar bastante e ir el resto de la subida con miedo a un reventón con tanta china, pero sobre todo me preocupa la bajada. Al llegar al avituallamiento casi coronando la subida paro a revisar la cubierta y afortunadamente no es nada. Por otra parte gracias a ese "inexistente incidente" me tomo el avituallamiento con más calma, me vino bien, bebo un botellín de agua casi entero y me refresco un poco la cabeza y la cara, relleno de agua mi bidón y cojo otro de isotónica, que casi había acabado también el que llevaba. También cojo medio plátano. Si no hubiera sido por el asunto de la rueda no habría parado, cogiendo lo que hubiera podido en marcha. Afortunadamente la bajada es otra vez por buena carretera y se hace muy rápida para empezar de inmediato el tercer y último puertecillo, que siendo el más sencillo se me hizo realmente difícil, así como el tramo llano siguiente hasta empezar la bajada rapidísima a Guadalajara.

Última subidita, Guadalajara a tiro de rápido descenso.
Unos 83 kilómetros de bici, muy muy disfrutados (salvo por la preocupación por el posible reventón) hasta esa última subida, en los que adelanté a mucha gente, creo que a unos 60, en 2 h 56, a 28 km/h de media y puesto 167 de 243, aunque acabé ya algo tocado y agradeciendo que no fueran los 90 kilómetros estándar. Sin duda tenía que haber regulado un poco (o un mucho más) y haber comido y haber bebido más. Y a pesar de todo llegué a T2 con un poquito de agua y un bastante del isotónico, y es que al cabo de poco rato el agua estaba para una ducha (en buena parte es para lo que la utilicé, aunque incluso para eso la habría agradecido más fresquita) y el isotónico (¿ya he dicho que no me gustó?) para echarle unos fideos, porque caldo caliente ya era.

Si iría ya un poco tocado que en la T2 hasta me confundí de pasillo (es la primera vez que me pasa). Estuve dudando y al final me fui por el que no era. La transición tampoco fue especialmente buena.


Y salgo a ¿"correr"?. La debacle.

Cuando empiezo a correr la temperatura sigue por encima de los 30 grados. Al poco de iniciarse la carrera está un primer avituallamiento. El día antes, con las previsiones del calor, me preguntaba que no sabía si moriría de sed o de empanzonamiento. Pues bien un poco de ambas cosas, primero de sed y luego de beber.


Y acabo de salir a correr...
Llego a ese primer avituallamiento con ganas de beber algo fresco y bebo bien, aunque tampoco en exceso, pero no "ando", ni poco ni mucho ni nada, hago un primer tramo con unas pocas escaleritas y una rampa caminando, intentando autoconvencerme (vana y "tramposa" ilusión) de que es por el desnivel y que una vez pasado éste ya correré mas suelto. Pues no. Ya desde el inicio de esa primera vuelta se alternan los tramos de correr con los de andar, y andar más de lo deseable. El circuito, sin ser especialmente duro básicamente consiste en tres bajadas por sendas avenidas y vuelta a subir por el mismo camino, pero ni siquiera en las bajadas me encuentro cómodo, por supuesto las subidas flojísimo y lo mismo en los tramos llanos. En una de esas avenidas hay otro avituallamiento por el que se pasa al bajar y al subir. En todos los pasos se coge agua, para beber y también para echarse por encima, sin embargo no da sensación de que abunde, tampoco es que esté racionada, pero no parece sobrar, de hecho en las últimas vueltas para los últimos escaseaba un poco, aparte de que ya era un auténtico caldo. Imagino y algo he leído por ahí que debía haber agua en abundancia para todos, pero ante las circunstancias del calor sofocante (también por encima de los 30 grados a la hora de empezar a correr) se les quedaron cortas las previsiones porque todo el mundo debió beber y echarse por encima más de lo habitual. Los avituallamientos son correctos, sin más. Lo cierto es que al final hubo más de 60 retirados, la mayoría por problemas de deshidratación y calor, incluso entre los primeros, que parece que siempre cuidan más y llevan más estudiado todo este asunto de comer y beber.

En fin, sigo con mis penurias. Me cuesta un mundo acabar esta primera vuelta (eran cuatro) deshidratado y pájara total, sin fuerzas, ganas ni ilusión y ya pensando en la retirada. Decido continuar por si por algún misterioso milagro quizás pueda encontrarme algo mejor un poco más adelante. Al paso por el avituallamiento al inicio de la segunda vuelta, paro un rato largo y, de perdidos al río, me tomo un gel por primera vez en mi vida. Ha sido como si hubiera roto una especie de promesa, jajaja. El caso es que los dos o tres kilómetros siguientes fueron peores aún que todo lo anterior, decir catastróficos es poco, jajaja. Andando, pero además sin motivación ninguna, ni siquiera es de esas veces que ya no puedes con tu alma y que impedido para corretear intentas andar un poquillo rápido hasta que te vengan las fuerzas o las ganas de echar otro trotecillo, no. Aquí no, era un estar por estar, en contraste con los ánimos que te daban algunos voluntarios que ponían todo su empeño en alentarte. No corría ni cuesta abajo. Lo cierto es que tras esos dos o tres kilómetros se pasaba por delante del recinto donde estaban los boxes y la meta. Faltó "el canto de un duro" para que fuera hacia allí en lugar de seguir la carrera. Pero una vez más decidí continuar, darme otra oportunidad, esperar a ver si se obraba el milagro, porque desde luego tal y como iba era inviable continuar. También pesaron  en la decisión otras circunstancias como no defraudar a mis miles de seguidores (jajajaja); el que después de toda la tarde "en faena" para lo "poco" que quedaba (todavía 12 ó 13 km. no era tan poco) no lo podía dejar  y el hecho de que una retirada implicaría tener que volver otro año a acabar lo que dejaría a medias (no descarto volver a quitarme la espinita -si es posible con menos calor, claro-, pero no sería esa especie de "obligación" en la que me pondría una retirada).

En fin tras ese momento se iniciaba una bajada en la que parece que se produjo el milagro y comencé a trotar "a buen ritmo" (nótese el uso de las comillas y entiéndase lo que "a buen ritmo" podía significar en ese momento, jeje). Sería el efecto del gel, de que ya había bajado bastante la temperatura, de que el "descanso" previo  me había sentado bien, lo que fuera, pero sin ser para tirar cohetes a partir de ahí cada vez  he ido un poco mejor hasta el final, incluyendo un segundo gel al inicio de la tercera vuelta. Eso sí, ni por más que bebiera, de hecho como decía antes iba ya un poco empanzonado y algo revueltillo del estómago a lo que los geles supongo que también contribuirían algo, pero la estocada de la deshidratación ya la llevaba encima, continuamente me entraban unas terribles ganas de mear, para finalmente echar tres gotas y de un color más parecido al cognac que a la cerveza, jajaja. De forma recurrente me venía a la cabeza la pájara más gorda que he tenido nunca que fue hace unos años en el Puente de la Yunta camino de Monsagro un día de junio también de muchísimo calor. Incluso notaba que se me puso la voz "aflautada" como aquél día.

Finalmente, y esta vez sí que sí, con más pena que gloria, conseguí acabar los 20 kilómetros con el asombroso tiempo de 2:36:11, lo que supuso el segundo peor tiempo de los 243 participantes que acabaron, para acabar la prueba con un tiempo total de 6:18:44 en el puesto 232 de los 243.

Dejo un vídeo centrado, naturalmente, en los primeros, pero en el que se da cuenta de las circunstancias generales del día y de la prueba.



Por cierto, y fuera ya del tema por si a alguien le interesa, el Nortwest Triman (celebrado el 28 de junio, del que no hice crónica) se desarrolló de forma un poco parecida, natación regular, bici bien y carrera mal, pero el rejonazo en la carrera a pie no fue tan fuerte, digamos que no fue un pajarón descarado, sino el natural agotamiento de fuerzas.