viernes, 24 de septiembre de 2010

Los motomierda y los fetén.



Esta tarde-noche salí a correr, casi hacia el final he ido por la Avda. de Salamanca, cerca de donde este fin de semana se celebra una concentración motera.

Pues bien, se veían algunas motos, no muchas y todos sus pilotos con un comportamiento razonable, es decir el normal, sin hacer el memo, vaya. Y me he alegrado de ver a la gente civilizada, evidentemente no tenía porqué ser así, porque se supone que eso debe ser lo habitual, lo que pasa es que dentro del colectivo "motero" hay mucho "notas" y quizás con demasiada frecuencia tendemos a generalizar, y en estos temas yo el primero.

Sin embargo cuando ya había acabado de correr y estaba estirando un poco en el parque de La Glorieta, han aparecido 3 ó 4 "motomierdas" con sus "mierdamotos" haciendo el "motomierdoso" por los alrededores. Eso tampoco debía extrañarme (y de hecho no me ha extrañado), porque estos motomierdas es lo que hacen a lo largo de todo el año y diría que a lo largo de toda su mierdajuventud. Sin embargo hoy yo creo que el motomierdoso que iban haciendo sí tiene que ver con la concentración.

Porque estos motomierdas aprovechan el día de la concentración para hacer el memo más de lo habitual, mañana desde media mañana ya estarán haciendo el motomierdoso arriba y abajo, metiendo ruido y "haciendo sus carreritas" durante todo el día.

Los "moteros" fetén, reniegan de estos críos, dicen que les hacen "mala prensa", sin embargo, con motivo de las concentraciones, del fervor de la masa, del sentirse arropados por sus iguales, también los "fetén" hacen mucho el bobo, mucho no, muchísismo. Sí sí, ya sé que es muy malo generalizar, ya lo he dicho antes, que no se puede meter a todos en el mismo saco, que la mayoría de los moteros son respetuosos, pero lo que también es cierto es que en dicho colectivo las excepciones son muchiiiisimas y, desde luego, se notan más que en otros colectivos, porque ya se encargan ellos de ir proclamándolo a los cuatro vientos con sus malditos cacharros, que lo mejor que podía pasar es que le explotaran debajo de los "güevos". Y con cuatro copas de más ni te cuento.

En fin, mañana toca run-run y petardeo todo el día, seguramente cuando más tranquilos vayan sea en la famosa procesión de las bengalas, antorchas o linternas, en las que van a ir todos juntitos y controlados, pero antes y después nos espera buena....

Por cierto, estos días están sobre mi mesa estos libros


lunes, 20 de septiembre de 2010

Feliz reencuentro con el tri (y un lunar muy gordo).

El sábado 18 ha sido mi reencuentro con el triatlón, en una prueba nueva en el calendario: el I Triatlón Sprint de Valbuena de Duero, ideal para mí para reabrir y cerrar la temporada.

En principio la distancia sprint no me llama mucho la atención, demasiado corta, demasiado "agónica", y yo no estoy hecho para altas velocidades, me desenvuelvo mejor a ritmos cochineros mantenidos durante más tiempo, pero dadas las circunstacias conocidas no estaba en condiciones para afrontar Sanabria, que habría sido una opción preferente. Sí habría podido perfectamente con la natación y la bici, pero la carrera se me habría hecho demasiado larga.

Además esto de Valbuena, en plena "Ribera de Duero" no estaba tampoco excesivamente lejos, y era sábado, lo que te permite disfrutar del resto del fin de semana.

La natación es en el Duero, uno de los ríos grandes, lo que en principio puede dar algo de "miedo", sin embargo, es un tramo más bien estrecho, el agua está fría (se nada con neopreno) y tiene el mismo extaño color pardo-verdoso que el otro día en Valladolid. La salida desde el agua junto a un viejo molino, donde se hacía pie y notabas que los pies se iban hundiendo un poquito en un limo un tanto asqueroso.

Como decía es un tramo estrecho, lo que lleva a una salida con algunos golpes inevitables, y aunque pienso que voy lento, a mi ritmo habitual, sin embargo, "metido en el meollo" debo ir bastante más deprisa de lo normal, porque al cabo de un ratito me siento con el corazón en la boca, buff, como sea así toda la prueba vamos apañados. Una vez cogido el ritmo ya sin problemas. 12:58 y salgo más o menos en mitad de los participantes.

Transición larga con escaleras y cuesta y entramos en boxes. Aquí está el punto negro de la organización. Los boxes son a lo largo de una calle del pueblo, una calle que por momentos (hacia el final de boxes, en la zona en la que yo estaba) es muy estrecha, demasiado, entre las bicis y la pared habrá poco más de medio metro, lo justo para pasar una persona, así que decido quitarme el neopreno a la entrada en boxes antes de llegar a mi zona, para no hacer "tapón", al llegar a mi sitio va todo muy rápido, dejo el neopreno, intento no estorbar a los que pasan, cojo la bici y a correr con ella de la mano; sin embargo, poco antes de salir de boxes se me enciende una lucecita, algo falla: "me cagüen to" ¡¡¡ SI VOY DESCALZO!!!!, jajaja, con las estrecheces y las prisas se me había olvidado ponerme las zapatillas, jajaja, hay que estar tonto. Doy media vuelta, pero es imposible llegar a mi sitio, dejo la bici apoyada en la pared a la vez que le comento a una juez que no puedo volver con la bici, y mientras me pongo las zapas charlo con otro juez del asunto, me dice que en condiciones normales tendría que volver con la bici al sitio, etc, etc. pero que viendo las características de los boxes está bien así, vale: cuando no se puede no se puede.

En fin, salida a la carretera. Carretera llana, prácticamente recta, el circuito consiste en llegar a Pesquera de Duero y volver por el mismo sitio, algo de aire en contra a la ida y a favor a la vuelta. No os voy a aburrir con grupos, relevos, tira tú que a mí me da la risa, ni cosas de esas, yo me monto en la bici y tiro p´alante, todo lo que puedo y cuando puedo (será el alma del no chupe), si alguien pasa y voy un ratito a rueda mejor, si no, me da lo mismo, yo tiro y si vienen detrás bien, y si no también. En una de esas me adelanta un grupo de 10 ó 12, de gente a la que yo había ido pasando antes, pensaba que la mayoría no estaban detrás que serían 4 ó 5 los que venían, sin embargo me sorprendo de ver tanta gente adelantando, me quedo el último del grupo y sin tiempo de más llegamos otra vez al pueblo, transición, esta vez sí, rápida y a correr. Por mi cuenta 22 Km a 35 Km/h de media, puesto también hacia la mitad.

Lo mejor de la prueba es la carrera a pie. Le tenía miedo porque corriendo es en lo que más flojo estaba, sin embargo el recorrido es una gozada: la mayor parte por un sendero junto al río con sombra, aunque también bastante humedad y algunos ligeros toboganes, más una cuesta fuerte para bajar al río y otra para subir hasta la plaza. Son dos vueltas y me encontré mucho mejor de lo que pensaba, corriendo relativamente rápido y sin molestias de nada, eso sí en ocasiones jadeando por intenrar apretar lo que pudiera. 22:35, que me dejan muy satisfecho y puesto también hacia la mitad de la tabla.

Tiempo final 1:15:49 y puesto final 44 de 77 que acabaron (masculino). En la clasificción que publican en la página de la federación no ponen los puestos de cada parcial, sin embargo en la que pusieron allí al acabar la prueba sí estaban, si no recuerdo mal en los tres sectores estaba también entre el 43 y el 46 más o menos.
Precisamente viendo allí las clasificaciones (intentando verlas, porque con el apelotonamiento aún no alcanzaba a verlas) oigo a unos comentar: "terceros por equipos" "¿y quién es Risueño?". "Soy yo, un fichaje de este año, de Ciudad Rodrigo". Vaya vaya, había puntuado el tercero del club Triatlón Salamanca y nos habíamos quedado a medio minuto de los zamoranos, si no hubiera sido por el lunar de olvidarme de las zapatillas, jajaja; y pensar que Atalanta y yo "habíamos sido captados" sobre todo para la participación en pruebas de larga distancia y ahora me veo puntuando para el club en un sprint, jajaja.

Por cierto, esto del sprint es una cosa fenómena, en distintas fases de la prueba vas "desbocao" y entras en meta con un sofocón considerable, pero en la transción no me han dolido las piernas en absoluto y tampoco las he notado especialmente pesadas corriendo y a los 10 minutos de acabar estás otra vez como nuevo, nada de andares cansinos, cojeras ni dolores múltiples. A ver si voy a ser al contrario que la demás gente, que con la edad voy rindiendo mejor en pruebas "rápidas" en vez de en largas distancias, jajaja. Mira que si ahora me voy a tener que pasar a "corta", jajaja.

La organización "sencilla" y eficaz, sin grandes despliegues, el único problema es el mencionado de la estrechez de los boxes, que deberán solucionar para otro año, porque ahí no se pueden poner. Creo que casi todo el mundo estaba contento, había "buen ambiente", además nos dieron un racimo de uvas "ribera de Duero" y como regalo fin de fiesta una botellita de vino.

En definitiva que quedé muy satisfecho de mi rendimiento y yo creo que todavía estoy un poco eufórico, si no hubiera sido por las zapatillas..., jajaja, pero bueno, un fallo lo tiene un guardia. Tendré que dejarlas sujetas en las calas y aprender a montar en la bici de un brinco.

martes, 14 de septiembre de 2010

Al monte a hacer la cabra.

III Subida al Pico El Águila, Béjar. 22´5 Km y unos 1350 m. de desnivel positivo. En esta ocasión me asocio con Mortadelo-Artu, llegamos a Béjar con el tiempo casi justo, lo suficiente para saludar a los amigos de Badajoz y a algunos otros conocidos.

La carrera desde los 100 primeros metros ya se pone en unos desniveles imposibles, no me corto en empezar a andar mientras se ve alejarse por la cuesta a Miguel Ángel Heras.

No estoy en las mejores condiciones, así que desde el principio me lo tomo con bastante calma, realmente aunque quisiera no me lo podría tomar de otra manera, los días que he corrido desde el cogotazo no han sido nada buenos, y de monte nada de nada, tres días subiendo y bajando la "cuesta de las Emes", que son unos 250 m., ya ves, por muchas veces que subas y bajes qué tiene que ver con enfrentarte a una subida continua de unos 10-11Km.

He hecho casi toda la subida detrás de Arturo, viéndole la chepa a unos metros, de momento en las zonas de "correr" me acercaba a él y el se me iba algo en las de "andar", aunque, a decir verdad, andando me he visto mejor que otras veces, he mantenido un ritmillo "bueno" y p´arriba. En un principio por senderos entre castaños, pinos, robles, praderas, hasta que se acaba el arbolado y la sombra, entramos en zonas de matorrales, piornos, rocas y en ocasiones el sendero muy poco marcado, casi campo a través. En una de estas se despista Mortadelo , aunque pensé que por donde iba el "camino" al final volvería a toparse con él, pero no, me da una voz le contesto y cuando vuelve a aparecer estoy por delante de él, eso es un adelantamiento ilegal, jajaja. El caso es que éramos pocos y una vez establecidos más o menos los puestos creo que no me adelantó nadie ni lo hice yo, salvo a Mortadelo, aunque la subida como digo, penosa y dura se me estaba dando más o menos bien y le iba recortando a otro participante, a quien adelanté justo al llegar a la zona más rocosa en el mismo pico de El Águila. Justo en el momento de hacerle "el interior" nos hicieron la foto.

Me planto en la pico en 2 horas justas.

Desde ahí para abajo, primero un trotecito llano hasta el avituallamiento y luego decididamente cuesta abajo, sin embargo la bajada es técnica y difícil, se baja por un pequeño circo glaciar y luego por la garganta, inicialmente con mucha pendiente, en la parte alta mucho bloque de granito del estilo de Gredos alternando con zonas herbosas, con una hierba alta que no dejaba "correr" fácilmente además de que ocultaba hoyos y pequeños regatillos. En estas zonas avanzo muy lentamente y sin confianza, ya notaba las piernas muy cargadas y cansadas, con un ligero tembleque, además mi maltrecha rodilla derecha no me permite mucho lucimiento, con lo cual la bajada también se estaba poniendo difícil.
Cuando el terreno es algo más corrible, menos empinado y por un sendero entre piornos, terreno que generalmente se me da bien y además me gusta disfrutar de esas bajadas ya no tengo las patas para alegrías y me da el primer calambrazo en la parte interna del muslo, que me lleva a tener que andar, mejor dicho, arrastrarme un buen tramo.
En estos momentos pensaba en que no me adelantara nadie, había llegado al pico con un ventaja considerable sobre la gente que venía detrás y en el inicio de la bajada aunque lo había hecho muy lento tampoco me habrían recortado mucho.
El siguiente tramo de bajada es un intrincado sendero, también bastante empinado, en un pinar y ya empiezo a oír voces cercanas, al rato me pasan unos cuantos que bajan como balas, y a mí que no me aguantaban las piernas.
Al salir de Candelario me alcanza Mortadelo y me uno a él con intención de llegar hasta meta, pero cuando me iba costando algo seguirle el ritmo, en una subidita empinada, pero de apenas 4 ó 5 metros después de cruzar un regato me vuelve a arrear el calambre y ya me dejo llevar, faltan un par de km. para meta, ahora ya por pista fácil en la que me dejo llevar a ratos trotando a ratos andando y finalmente entro en meta en 3:49:45, puesto 44 de 52.
He tardado en bajar 1:49, que es muchísimo teniendo en cuenta que la subida fueron 2 horas, y me han adelantado 8 ó 9 en la bajada, cuando lo normal es que yo hubiera adelantado gente, al menos en los primeros tamos, pero ha sido el reencuentro con la zapatilla, un reencuentro duro para una carrera dura y bonita con un recorrido con tramos muy variados: zonas técnicas, senderos corribles, zonas casi de campo a través y muy poco de pista y asfalto.
Y una sensación agridulce, contento por la vuelta a los ruedos, pero no esperaba estar tan flojo, además esta carrera era sobre todo una prueba para un compromiso mucho más serio, el día 25 es la Maratón de los Lagos de Covadonga, que hice el año pasado y me gustaría repetir porque es la carrera más bonita que yo haya hecho y me parece que me voy a quedar con las ganas, porque la prueba ha dicho que estoy muy flojo, demasiado, y que no estaría en unas condiciones mínimas, aunque nunca se sabe, lo mismo al final me lío la manta a la cabeza y ..... (quizás cuando me decida ya no haya plazas o haya acabado el plazo de inscripción, sería mejor así). De momento me contentaré con un triatlón sprint, este sábado, que aunque no me llama mucho la distancia sí me apetece cerrar la temporada de tri intentando hacerlo bien.
Hoy tengo las patas tiesas y con unas agujetas y dolores como en las grandes ocasiones.

martes, 7 de septiembre de 2010

... Y por fin me volví a poner un dorsal.... ¡¡En la cabeza!!

10 semanas después volvía a estar con un dorsal en línea de salida, aunque el dorsal no iba prendido con imperdibles en ninguna camiseta ni en ninguna cinta elástica, sino pintado con rotulador en un gorro de natación, ni la línea de salida se reflejaba en algo físico, sino en una línea imaginaria desde una boya hasta la orilla del río Pisuerga en Valladolid.

Jamás habría imaginado este retorno a la "competición", en caso de hacerlo en el agua lo normal habría sido en un triatlón, pero no, circunstancias y azares me hicieron toparme con una travesía a nado en el Pisuerga, 1.500 metros, nada descabellado, incluso algo corto, ya metidos en el deporte de fondo y resistencia en el que me muevo cada vez más, abierta a todo tipo de participantes: "nadadores" y "aficionados", lo justo para no quedar demasiado descolgado en una travesía pura de "profesionales".

Así que me planté en la Playa de Las Moreras de Valladolid, (permítaseme el chiste fácil :"vaya vaya, aquí sí hay playa"), naturalmente honrando a la parte "jaramuga" de nuestro nombre, para el que no lo sepa, los jaramugos, además del significado de "cafre" que está tomando esta palabra últimamente en ciertos ámbitos bloguero-deportivos, son unos pequeños peces de río (otrora abundantes en nuestro querido Águeda)


donde una concurrencia de algunas hombres y bastantes más mujeres "retostados" por el sol de tanto verano (lo que hemos dado en llamar "hombres/mujeres marrones") se sentían yo creo que un poco abrumados por la presencia inhabitual de un grupo de deportistas que además se iban a meter en ese agua verdosa.

Más fría de lo que pensaba, desde luego más que el Águeda, pero aceptable, aparentemente más limpia que el Águeda, pero sólo aparentemente, porque la realidad es que apenas se veía el reloj a un palmo de la cara y con bastante corriente a favor inicialmente, lo que nos empujaba más allá de la imaginaria línea de salida, siendo complicado recular, así que sin más bocinazo y a nadar.

Salgo de los últimos, relativamente tranquilo, pero aunque intento apretar algo, cosa que tampoco acabo de saber hacer, siempre nado más o menos con el mismo ritmo cochinero, el grueso del grupo se va enseguida y nos quedamos uno pocos por allí revoloteando, separados, sin agobios y cada uno a nuesto aire, hasta ir llegando al primer giro en la pilastra del puente, donde hay un pequeño reagrupamiento y empizan los primeros toques en los pies y alguno manotazos más.

Más o menos hacia mitad de la prueba sigo de los últimos, creo que ha habido pocas variaciones de posiciones, creo que alguno me ha adelantando después del giro, pero lo más destacado es que ahora la corriente es en contra y se nota. A punto de llegar a la boya donde se vuelve a girar para encarar otra vez hacia el puente me dobla el primero (finalmente creo que sólo fue uno), cagon la mar, yo que ya pensaba que me libraba de ser doblado, pero no pasa nada, sigo a lo mío, sigo de los últimos, claro, y al volver a girar en el puente y afrontar el último tramo veo algunos participantes flaquear y decido y a por ellos.

Realmente es lo que más satisfecho me dejó, poder apretar en el final, y siguiendo siendo de los últimos pude adelantar y dejar atrás primero a dos por mi derecha, alguno de los cuales creo que era de los que me había "irritado" un poco al girar la primera vez bajo el puente. Y a continuación se me pusieron a tiro otros dos a mi izquierda, así que a por ellos, sin embargo estos no resultaron tan "asequibles", hemos estado mucho rato en un tira y afloja, ellos creo que no tenían mucha intención de dejarse sobrepasar y yo estaba decidido a hacerlo y así fue, sin embargo fue un "triunfo" momentáneo, ya que casi casi en la recta final uno de ellos se volvió a poner a mi altura y finalmente entró por delante. Luego pude ver que era un "jovenzuelo", jajaja, todavía estoy dando guerra a los chavales, jaja. El caso es que con el sofocón llegué fastidiao, claro yo iba pensando en que después no tenía que montar en bici, así que p´alante, y ya digo que llegué asfixiao.

En definitiva, 1.500 metros en 35:13, que es más o menos el tiempo que pensaba que podía hacer, una experiencia nueva, otro charco en el que me meto (otro "frenti" abierto), y ya en mente para la temporada próxima mirar el calendario de travesías con antelación para preparar alguna excursión.

"Jaramugos en lus frentis acuáticos".